Insuficiencia renal en gatos, cómo evitarla, detectarla a tiempo y tratarla

  • La insuficiencia renal es una enfermedad frecuente en gatos, sobre todo los mayores. 
  • ​Con un tratamiento y unos cuidados adecuados, un gato con insuficiencia renal puede vivir plenamente.  
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Los gatos de más de 10 años son los más propensos a padecer insuficiencia renal.
Melisa Tuya
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Debido a que sus riñones son muy pequeños, los problemas renales son relativamente frecuentes en los gatos. Alrededor de un 10% de los que tienen más de 10 años y el 30% de los gatos de 15 años o más sufrirán una insuficiencia renal crónica. Y otros tratos un cuadro agudo de esta.

Puesto que es difícil de diagnosticar en estadios tempranos, hay que hacer un esfuerzo para detectarla y tratarla a tiempo, pues es crucial para alargar y mejorar la vida de los gatos que la padecen.

Y es que, un simple análisis de orina o una alimentación adecuada pueden ayudar a un gato con insuficiencia renal tener una vida más larga y saludable.

¿Insuficiencia renal crónica o aguda?

La insuficiencia renal en gatos puede ser de dos tipos: aguda y crónica. La primera se produce de manera repentina, los riñones dejan de funcionar correctamente de manera brusca y suele estar causada por alguna agresión, infección, traumatismo, medicamentos, leucemia, intoxicaciones... La crónica, en cambio, es una enfermedad degenerativa, más propia de gatos mayores, en la que los riñones dejan de funcionar progresivamente.

En la primera hay que actuar y empezar con el tratamiento inmediatamente, de lo contrario, el gato tendrá un 40% de probabilidades de morir. Si logra curarse, el gato recuperará la funcionalidad de los riñones y no tendrá que seguir en tratamiento. La crónica, sin embargo, no se cura, pues es degenerativa, pero, si es detectada pronto, con los cuidados adecuados, el gato podrá llevar una vida larga y plena durante bastantes años más.

¿A qué síntomas hay que estar alerta?

Los síntomas también son distintos si estamos ante una insuficiencia renal aguada o crónica.

Aguda: Aunque son muy inespecíficos, los más frecuentes son pérdida de peso brusco, letargia, depresión, vómitos, diarrea y deshidratación. A veces el aliento de tu gato puede desprender un fuerte olor a orina.

Crónica: Los signos más habituales son pérdida de peso, aumento en el consumo de agua y en las micciones (poliuria-polidipsia), anemia y riñones más pequeños de lo habitual (esto se puede comprobar con una prueba de imagen), mal aliento, úlceras en la boca, pelo en mal estado, vómitos…

Por desgracia, un gato con insuficiencia rena crónica no tendrá síntomas hasta que los riñones estén muy dañados, por eso es de vital importancia realizar análisis de orina a los gatos de manera regular, especialmente los mayores y de determinadas razas más propensas a esta enfermedad, como siamés, persa o birmano.

Cómo alargar la vida de un gato con insuficiencia renal crónica

El tratamiento de la insuficiencia renal aguda deberá ser de urgencia, pues, de lo contrario, el gato puede morir en poco tiempo. Además de los medicamentos indicados para tratar enfermedades subyacentes que hayan podido provocar la insuficiencia renal (como intoxicaciones, infecciones, etc.), se deberá administrar suero intravenoso, fluidoterapia, etc.

En caso de que sea crónica, el tratamiento también debe empezarse inmediatamente y constará, por un lado, de los medicamentos que el veterinario considere para tratar los síntomas, como antihipertensivos, laxantes, antibióticos, suplementos, etc., y por otro, de llevar a cabo en casa unos cuidados de por vida destinados a alargar su vida y a mejorar su bienestar. Estos son, a grandes rasgos:

•Una alimentación adecuada. La dieta es de vital importancia en los gatos con insuficiencia renal crónica. Esta deberá ser preferentemente húmeda, baja en proteínas para que sus riñones no tengan que trabajar en exceso y con bajo nivel de fósforo. Por suerte, hay marcas que ya disponen de fórmulas específicas para felinos con esta enfermedad.

•Evitar la deshidratación. Para que el gato no se deshidrate debemos garantizar un consumo de agua suficiente. Si no lo conseguimos, se puede recurrir a la aplicación de suero subcutáneo.

•Revisiones periódicas para ver el estado de sus riñones y vigilar patologías relacionadas, como la anemia o la hipertensión.

Con estos cuidados, podemos conseguir que la vida de un gato con insuficiencia renal crónica sea tan plena como la de cualquier otro felino.

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